Santa Misa en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María


 LIBRETO 

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA 

PRESIDIDA POR S.E.R 
SAHID PRADO MÜLLER
VIII•XII•MMXXIV

RITOS INICIALES

CANTO DE ENTRADA
(Las Perfecciones - Alejandro Vega Matus)

¡QUÉ HERMOSA QUE SOIS
SAGRADA PRINCESA!
¡OH QUIÉN TU IMAGEN
DIBUJAR PUDIERA!

MUJER ESCOGIDA
QUE AL CIELO HERMOSEA,
ESTRELLAS TE FORMAN
PRECIOSA DIADEMA.℟. 

EL SOL CON SUS RAYOS
SU BRILLO HERMOSEAS.
LA LUNA A TUS PLANTAS
REVERENTE BESA.℟. 

SIGUIENDO LA RICA
FRAGANCIA QUE DEJAS,
CORONAS MILLARES
LAS CASTAS DONCELLAS.℟. 

EJÉRCITOS DE ÁNGELES
TE SON CENTINELA,
Y TODOS ALEGRES
TUS GRACIAS FESTEJAN.℟. 

AL ESPOSO HIRIERON
TUS DORADAS HEBRAS.
TUS ROJOS CABELLOS
PARA ÉL FUERON FLECHAS.℟. 


Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice: 
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 
℟. Amén.

La paz esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

ACTO PENITENCIAL

A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.

Pausa de silencio.

todos dicen en común la fórmula de la confesión general: 
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.  Por mi culpa, por mi culpa, por mí gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. 

Sigue la absolución del sacerdote: 
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. 
℟. Amén.

KYRIE ELEISON
(De Angelis)

KYRIE ELEISON 
KYRIE ELEISON 

CHRISTE ELEISON
CHRISTE ELEISON

KYRIE ELEISON
KYRIE ELEISON 

GLORIA
(De Angelis)

GLORIA IN EXCELSIS DEO,
ET IN TERRA PAX HOMINIBUS BONAE VOLUNTATIS.

LAUDAMUS TE,
BENEDICIMUS TE,
ADORAMUS TE,
GLORIFICAMUS TE,
GRATIAS AGIMUS TIBI PROPTER MAGNAM GLORIAM TUAM,
DOMINE DEUS, REX CAELESTIS, DEUS PATER OMNIPOTENS.

DOMINE FILI UNIGENITE, JESU CHRISTE,
DOMINE DEUS, AGNUS DEI, FILIUS PATRIS,
QUI TOLLIS PECCATA MUNDI, MISERERE NOBIS.
QUI TOLLIS PECCATA MUNDI, SUSCIPE DEPRECATIONEM NOSTRAM.
QUI SEDES AD DEXTERAM PATRIS, MISERERE NOBIS.

QUONIAM TU SOLUS SANCTUS,
TU SOLUS DOMINUS,
TU SOLUS ALTISSIMUS, JESU CHRISTE,
CUM SANCTO SPIRITU IN GLORIA DEI PATRIS. 
AMEN.

ORACIÓN COLECTA

Terminado el himno, el sacerdote, con las manos juntas, dice: 
Oremos.
 
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta: 
Dios nuestro, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen María preparaste una digna morada para tu Hijo y, en previsión de la muerte redentora de Cristo, la preservaste de toda mancha de pecado, concédenos que, por su intercesión, nosotros también, purificados de todas nuestras culpas, lleguemos hacia ti. Por nuestro Señor Jesucristo tu hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
℟. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
(Gn 3, 9-15. 20)

Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya.

Del libro del Génesis: 

Después de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le preguntó: Dónde estás?. Este le respondió: Oí tus pasos en el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí. Entonces le dijo Dios: Y quién te ha dicho que estabas desnudo? Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?. Respondió Adán: La mujer que me diste por compañera me ofreció del fruto del árbol y comí. El Señor Dios dijo a la mujer: Por qué has hecho esto?. Repuso la mujer: La serpiente me engañó y comí. Entonces dijo el Señor Dios a la serpiente: Porque has hecho esto, serás maldita entre todos los animales y entre todas las bestias salvajes. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; y su descendencia te aplastará la cabeza, mientras tú tratarás de morder su talón. El hombre le puso a su mujer el nombre de Eva, porque ella fue la madre de todos los vivientes

Palabra de Dios. 
R/. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
(Sl 97)

R/. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.

Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/. 

El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/. 

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/. 

EPÍSTOLA
(Ef 1. 3-6. 11-12)

Dios nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo.

Epístola del apóstol san Pablo a los efesios: 

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó. porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido, por medio de su Hijo amado. Con Cristo somos herederos también nosotros. Para esto estábamos destinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad: para que fuéramos una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que ya antes esperábamos en Cristo.

Palabra de Dios. 
R/. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
(Lc 1,28)

  
R/. ALELUYA, ALELUYA 

Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres.

R/. ALELUYA, ALELUYA 

EVANGELIO
(Lc 1. 26-38)

Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo

Del santo Evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Al oír estas palabras ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo. 

El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin. María le dijo entonces al ángel: Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?. 

El ángel le contestó: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios. María contestó: Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. Y el ángel se retiró de su presencia.

Palabra del Señor. 
R/. Gloria a ti, Señor Jesús.

Luego se hace la homilía.

PROFESIÓN DE FE

Terminada la homilía, cuando está prescrito, se canta o se dice el Símbolo o Profesión de fe:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, 

En las palabras que siguen, hasta se hizo hombre, todos se inclinan. 

y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pílato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reíno no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

LITURGIA EUCARÍSTICA

CANTO DE OFERTORIO
(Con Dulce Alegría - Carlos Ramírez Vega)

CON DULCE ALEGRÍA ENTONE MI VOZ
UN CANTO A MARÍA, LA MADRE DE DIOS.
LA VIRGEN BENDITA SONRÍE AMOROSA
Y ESCUCHA GRACIOSA TAN GRATA CANCIÓN.

LA TRAJO EN SUS ALAS
ROMPIENDO LA NUBE
RADIANTE QUERUBE
QUE LE ENVIÓ DIOS.

RECUERDA CON ELLA
EL DÍA DICHOSO
QUE EL DIOS PODEROSO
SU SENO ESCOGIÓ. (BIS)

EL CIELO SE ALEGRA OYENDO DEL AVE
EL CÁNTICO SUAVE DE PAZ Y DE AMOR.
Y EN GRATO CONCIERTO REPITE NATURA
CON DULCE TERNURA DEL CIELO SU VOZ.
DULZURA EN LAS PENAS SI EL LABIO PIADOSO
REPITE AMOROSO TAN GRATA CANCIÓN.

Inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.

Después, de pie en el centro del aftar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice:
Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, Sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Luego el Sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas:  
Recibe favorablemente, Señor, la ofrenda que te presentamos en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la santísima Virgen María, y concédenos que, así como profesamos que tu gracia la preservo de toda mancha de pecado, así también nosotros, por su intercesión, quedemos libres de toda culpa. Por Jesucristo, nuestro Señor
℟. Amén. 

PREFACIO
El misterio de María  y la Iglesia

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas:  
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque preservarte a la santísima Virgen María de toda mancha de pecado original, para preparar en ella, enriquecida con la plenitud de tu gracia, una digna madre para tu hijo y significar el nacimiento de su Esposa, la Iglesia, toda hermosa y sin mancha ni arruga. Pues purísima debía ser la Virgen que diera a luz a tu Hijo, el Cordero inocente que quita el pecado del mundo, y así a ella misma, para bien de todos, la preparabas como abogada para tu pueblo, modelo de gracia y de santidad. Por eso, unidos a los coros angélicos, te alabamos, proclamando con alegría.

SANCTUS
(De Angelis)

SANCTUS, SANCTUS, SANCTUS
DOMINUS DEUS SABAOTH.
PLENI SUNT CAELI ET TERRA
GLORIA TUA.

HOSANNA IN EXCELSIS.
BENEDICTUS QUI VENIT
IN NOMINE DOMINI.
HOSANNA IN EXCELSIS.

PLEGARIA EUCARÍSTICA III

El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
CP:  
SANTO eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus crea turas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.

Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: 
CC:
Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti,  

Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
de manera que se conviertan en el Cuerpo  la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, Junta las manos. que nos mandó celebrar estos misterios. 

Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado,

Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos. 

Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión.

Después prosigue: 
Del mismo modo, acabada la cena, 

Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos. 

Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.

Luego dice: 
CP:
Éste es el Misterio de la fe.
℟. Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: 
CC:
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. 

Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu. 

C1: 
Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios y madre nuestra, su esposo san José, los apóstoles y los mártires, [Santo del Día] y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.

C2: 
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa Clemente (No se dice el número), a nuestro Arzobispo Sahid Prado, al Orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. 

 A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria,  

Junta las manos. 
por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. 

Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva y dice:

CP o CC:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. 
℟. Amén.

RITO DE COMUNIÓN

Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con las manos juntas, dice:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado; digamos con fe y esperanza:

Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
℟. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.  

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz os dejo, mi paz os doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. 
Junta las manos. 
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
℟. Amén. 

El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, alidde: 
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
℟. Y con tu espíritu. 

Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade: 
En Cristo, que nos ha hecho hermanos con su cruz, dense la paz como signo de reconciliación.

AGNUS DEI
(De Angelis)

AGNUS DEI, QUI TOLLIS PECCATA MUNDI,
MISERERE NOBIS.

AGNUS DEI, QUI TOLLIS PECCATA MUNDI,
MISERERE NOBIS.

AGNUS DEI, QUI TOLLIS PECCATA MUNDI,
DONA NOBIS PACEM.

El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, de cara al pueblo, dice con voz clara:
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

CANTO DE COMUNIÓN
(A este lugar divino - Ramiro Vega)

MI CIELO ESTÁ ESCONDIDO
EN LA SAGRADA HOSTIA
DONDE JESÚS MI ESPOSO
SE OCULTA POR AMOR,
AMOR, AMOR.

A ESTE LUGAR DIVINO
YO VOY A BUSCAR LA VIDA
Y AHÍ MI DULCE SALVADOR
ME ESCUCHA NOCHE Y DÍA.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Luego, de pie en el altar o en la sede, el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, con las manos juntas, dice:
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante unos momentos, a no ser que este silencio ya se hdya hecho antes. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración después de la Comunión:

Que el sacramento que acabamos de recibir, Señor Dios nuestro, repare en nosotros las consecuencias de aquella culpa de la cual preservaste singularmente a la Virgen María en su Inmaculada Concepción. Por Jesucristo, nuestro Señor.

RITO DE CONCLUSIÓN

Después tiene lugar la despedida, el celebrante dice:
El Señor esté con ustedes. 

Todos responde: 
℟. Y con tu espíritu.

El celebrante dice:
Bendito sea el nombre del Señor.

Todos responde: 
℟. Ahora y por siempre.

El celebrante dice:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

Todos responde: 
℟. Que hizo el cielo y la tierra.

Entonces el celebrante, habiendo recibido el báculo dice: 
La bendición de Dios todopoderoso, 

Y, haciendo tres veces la señal de la cruz sobre el pueblo, añade: 
Padre  Hijo  y Espíritu  Santo, descienda sobre ustedes. 

Todos responden: 
℟. Amén.

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