Santa Misa de Apertura del Gran Congreso Mariano 2024


LIBRETO 
APERTURA DEL "GRAN CONGRESO MARIANO 2024"

PRESIDIDA POR S.E.R
SAHID PRADO 
ARZOBISPO DE LEÓN

SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO
XXIV • XI • MMXXIV

RITOS INICIALES

CANTO DE ENTRADA
(Himno de Cristo Rey)

OH PRÍNCIPE ABSOLUTO DE LOS SIGLOS,
OH JESUCRISTO, REY DE LAS NACIONES:
TE CONFESAMOS ÁRBITRO SUPREMO
DE LAS MENTES Y DE LOS CORAZONES.

OH JESUCRISTO, PRÍNCIPE PACÍFICO,
SOMETE A LOS ESPÍRITUS REBELDES,
Y HAZ QUE ENCUENTREN RUMBO LOS PERDIDOS,
Y QUE EN UN SOLO APRISCO SE CONGREGUEN. R/.

PARA ESO PENDES DE UNA CRUZ SANGRIENTA
Y ABRES EN ELLA TUS DIVINOS BRAZOS;
PARA ESO MUESTRAS EN TU PECHO HERIDO
TU ARDIENTE CORAZÓN ATRAVESADO. R/.

GLORIFICADO SEAS, JESUCRISTO,
QUE REPARTES LOS CETROS DE LA TIERRA;
Y QUE CONTIGO Y CON TU ETERNO PADRE
GLORIFICADO EL ESPÍRITU SEA. R/.

Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice: 

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 
℟. Amén. 

La paz esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

ACTO PENITENCIAL

A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:
Al comenzar esta celebración eucarística, pidamos a Dios que nos conceda la conversión de nuestros corazones; así obtendremos la reconciliación y se acrecentará nuestra comunión con Dios y con nuestros hermanos.

Pausa de silencio.

todos dicen en común la fórmula de la confesión general: 
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.  
Y, golpeándose el pecho, dicen:
Por mi culpa, por mi culpa, por mí gran culpa. 
Luego, prosiguen:
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. 

Sigue la absolución del sacerdote: 
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. 
℟. Amén.

SEÑOR, TEN PIEDAD
(Misa melódica)

SEÑOR TEN PIEDAD DE NOSOTROS
SEÑOR TEN PIEDAD DE NOSOTROS
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD

CRISTO TEN PIEDAD DE NOSOTROS
CRISTO TEN PIEDAD DE NOSOTROS
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD

SEÑOR TEN PIEDAD DE NOSOTROS
SEÑOR TEN PIEDAD DE NOSOTROS
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD
DE NOSOTROS SEÑOR TEN PIEDAD

GLORIA
(Misa melódica)

GLORIA, GLORIA, GLORIA,
GLORIA A DIOS EN EL CIELO,
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES
QUE AMA EL SEÑOR.

TE ALABAMOS, TE BENDECIMOS,
TE ADORAMOS, TE GLORIFICAMOS,
TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR,
POR TU INMENSA GLORIA,
TE DAMOS GRACIAS,
¡SEÑOR! ¡SEÑOR!,
DIOS REY CELESTIAL,
DIOS PADRE TODO PODEROSO. ℟.

SEÑOR, HIJO ÚNICO JESUCRISTO,
SEÑOR, DIOS CORDERO DE DIOS,
HIJO DEL PADRE,
TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD, TEN PIEDAD DE NOSOTROS,
TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
ATIENDE A NUESTRAS SÚPLICAS,
ATIENDE A NUESTRAS SÚPLICAS,
TÚ QUE ESTÁS SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE,
TEN PIEDAD, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

PORQUE SOLO TÚ ERES SANTO,
SOLO TÚ SEÑOR
SOLO TU ALTÍSIMO, JESUCRISTO.
CON EL ESPÍRITU SANTO,
EN LA GLORIA DE DIOS PADRE. ℟.

AMÉN.

ORACIÓN COLECTA

Terminado el himno, el sacerdote, con las manos juntas, dice: 
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta:  
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundamentar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, concede, benigno, que toda la creación, liberada de la esclavitud del pecado, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo. . .

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
(Dn 7, 13-14)

Seu poder é eterno.

Do livro do profeta Daniel:

Eu, Daniel, tive uma visão durante a noite: vi alguém semelhante a um filho de homem, vindo sobre as nuvens do céu. Ele avançou em direção ao Ancião de muitos dias e foi conduzido à sua presença. A ele foram dados poder, glória e realeza. E todos os povos, nações e línguas o serviam. Seu poder é um poder eterno, que nunca passará, e seu reino jamais será destruído.
Palavra do Senhor.
R/. Graças a Deus.


SALMO RESPONSORIAL
(Slm 92)
  
R/. Señor, tú eres nuestro rey.

Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido de poder y majestad.  
R/.

Tú mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre está firme tu trono.  
R/.

Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor, la santidad adorna tu templo.  
R/.

SEGUNDA LECTURA
(Jn 1, 5-8)

El soberano de los reyes de la tierra ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para su Dios y Padre.

Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan:

Hermanos míos: Gracia y paz a ustedes, de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, el soberano de los reyes de la tierra; aquel que nos amó y nos purificó de nuestros pecados con su sangre y ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para su Dios y Padre. A Él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Miren: El viene entre las nubes, y todos lo verán, aun aquellos que lo traspasaron. Todos los pueblos de la tierra harán duelo por su causa. "Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que ha de venir, el todopoderoso".

Palabra de Dios. 
R/. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
(Mc 11, 9. 10)

  
R/. ALELUYA, ALELUYA 

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro padre David!  

R/. ALELUYA, ALELUYA 

EVANGELIO
(Jn 18, 33-37)

Tú lo has dicho. Soy rey.

Del santo Evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, preguntó Pilato a Jesús: "¿Eres tú el rey de los judíos?" Jesús le contestó: "¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho otros?" Pilato le respondió: "¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has hecho?" Jesús le contestó: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí".

Pilato le dijo: "¿Conque tú eres rey?" Jesús le contestó: "Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".

Palabra del Señor. 
R/. Gloria a ti, Señor Jesús.

Luego se hace la homilía.

PROFESIÓN DE FE

Terminada la homilía, cuando está prescrito, se canta o se dice el Símbolo o Profesión de fe:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, 

En las palabras que siguen, hasta se hizo hombre, todos se inclinan. 

y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pílato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reíno no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

LITURGIA EUCARÍSTICA

CANTO DE OFERTORIO

BENDITO ERES TÚ, SEÑOR,
BENDITO TU SANTO NOMBRE.
ALELUYA, ALELUYA.

Tú que has hecho el cielo y la tierra,
Dios grande, Dios excelso,
Tú, Rey poderoso, bendito eres Tú. ℟.

Tú que eres nuestro salvador.
Tú que nos das gozo y vida.
Tú Dios Santo, bendito eres Tú. ℟.

Tú que eres grande en el amor,
Tú, Dios de misericordia,
Tú, Dios clemente, bendito eres Tú. ℟.

Inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.

Después, de pie en el centro del aftar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice:
Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, Sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Luego el Sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas:  
Al ofrecerte, Señor, el sacrificio de la reconciliación humana, te suplicamos humildemente que tu Hijo conceda a todos los pueblos los dones de la unidad y de la paz. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
℟. Amén. 

PREFACIO
Cristo, Rey del Universo

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas:  
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque has ungido con el óleo de la alegría, a tu Hijo único, nuestro Señor Jesucristo, como Sacerdote eterno y Rey del universo, para que, ofreciéndose a sí mismo como víctima perfecta y pacificadora en el altar de la cruz, consumara el misterio de la redención humana; y, sometiendo a su poder la creación entera, entregara a tu majestad infinita un Reino eterno y universal: Reino de la verdad y de la vida, Reino de la santidad y de la gracia, Reino de la justicia, del amor y de la paz. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

SANTO
(Misa melódica)

SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR, DIOS DEL UNIVERSO.
LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA.

HOSANNA, HOSANNA, HOSANNA EN EL CIELO.
HOSANNA, HOSANNA, HOSANNA EN EL CIELO.

BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR.

HOSANNA, HOSANNA, HOSANNA EN EL CIELO.
HOSANNA, HOSANNA, HOSANNA EN EL CIELO

PLEGARIA EUCARÍSTICA III

El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
CP:  
SANTO eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus crea turas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.

Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: 
CC:
Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti,  

Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
de manera que se conviertan en el Cuerpo  la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, Junta las manos. que nos mandó celebrar estos misterios. 

Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado,

Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos. 

Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión.

Después prosigue: 
Del mismo modo, acabada la cena, 

Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos. 

Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.

Luego dice: 
CP:
Éste es el Misterio de la fe.
℟. Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: 
CC:
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. 

Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu. 

C1: 
Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios y madre nuestra, su esposo san José, los apóstoles y los mártires, [Santo del Día] y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.

C2: 
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa Juan Pablo (No se dice el número), a nuestro Arzobispo Sahid Prado, al Orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. 

 A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria,  

Junta las manos. 
por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. 

Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva y dice:
CP o CC:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. 
℟. Amén.

RITO DE COMUNIÓN

Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con las manos juntas, dice:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado; digamos con fe y esperanza:

Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
℟. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.  

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz os dejo, mi paz os doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. 
Junta las manos. 
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
℟. Amén. 

El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, alidde: 
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
℟. Y con tu espíritu. 

Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade: 
En Cristo, que nos ha hecho hermanos con su cruz, dense la paz como signo de reconciliación.

CORDERO DE DIOS
(Misa melódica)

CORDERO DE DIOS QUE QUITAS, EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

CORDERO DE DIOS QUE QUITAS, EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

CORDERO DE DIOS QUE QUITAS, EL PECADO DEL MUNDO,
DANOS LA PAZ, DANOS LA PAZ, 
DANOS DANOS, DANOS LA PAZ,
DANOS DANOS, DANOS LA PAZ.

El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, de cara al pueblo, dice con voz clara:
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

CANTO DE COMUNIÓN
(Jesús es mi Vida - M. Frisina

JESÚS ES VERDAD QUE ANUNCIAR,
JESÚS ES PALABRA DE VIDA,
JESÚS CAMINO PARA ANDAR,
LUZ QUE ENCENDER, VIDA QUE VIVIR.

JESÚS ES AMOR PARA AMAR,
ALEGRÍA QUE COMPARTIR,
SACRIFICIO PARA OFRECER,
PAZ QUE ENTREGAR, PAN DE VIDA. R/.

JESÚS ES HAMBRIENTO QUE SACIAR,
ES SEDIENTO QUE SOCORRER,
ES DESNUDO AL QUE VESTIR,
ES MENDIGO QUE ACOGER.
JESÚS ES ENFERMO QUE SANAR,
JESÚS ERES SOLITARIO EN MI AMOR. R/.

JESÚS ES CIEGO AL QUE GUIAR,
JESÚS ES EL MUDO AL QUE HABLAR,
ES EL TRISTE AL QUE SONREÍR,
EL PRESO QUE VISITAR, MI VIDA Y MI VERDAD. R/.

ES EL DESPRECIADO AL QUE APRECIAR,
JESÚS ES EL POBRE AL QUE AYUDAR,
EL INVÁLIDO CON QUIEN CAMINAR,
EL ANCIANO AL QUE SERVIR,
EL LEPROSO A QUIEN AMAR. R/.

JESÚS ES HAMBRIENTO QUE SACIAR,
ES SEDIENTO QUE SOCORRER,
ES DESNUDO AL QUE VESTIR,
ES MENDIGO QUE ACOGER.
JESÚS ES ENFERMO QUE SANAR,
JESÚS ERES SOLITARIO EN MI AMOR. R/.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Luego, de pie en el altar o en la sede, el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, con las manos juntas, dice:
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante unos momentos, a no ser que este silencio ya se hdya hecho antes. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración después de la Comunión:

Habiendo recibido, Señor, el alimento de vida eterna, te rogamos que quienes nos gloriamos de obedecer los mandamientos de Jesucristo, Rey del universo, podamos vivir eternamente con él en el reino de los cielos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ORACIÓN DEL AÑO SANTO JUBILAR

Todos: 
Señor, a Ti elevamos nuestros corazones llenos de gratitud por la bendición de estos 10 años de nuestra comunidad.
Ante Ti reconocemos la importancia de este espacio virtual que une corazones, promueve amistades y fortalece lazos fraternos entre quienes buscan la fe.

Te pedimos, oh Señor, derrames tu gracia sobre los corazones de los jóvenes de nuestra comunidad, para que puedan discernir y abrazar generosamente las vocaciones a las que Tú los llamas, ya sea en la vida matrimonial, religiosa o laical. 
Por Cristo Nuestro Señor.
℟. Amén.

RITO DE CONCLUSIÓN

Después tiene lugar la despedida, el celebrante dice:
El Señor esté con ustedes. 

Todos responde: 
℟. Y con tu espíritu.

El celebrante dice:
Bendito sea el nombre del Señor.

Todos responde: 
℟. Ahora y por siempre.

El celebrante dice:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

Todos responde: 
℟. Que hizo el cielo y la tierra.

Entonces el celebrante, habiendo recibido el báculo dice: 
La bendición de Dios todopoderoso, 

Y, haciendo tres veces la señal de la cruz sobre el pueblo, añade: 
Padre  Hijo  y Espíritu  Santo, descienda sobre ustedes. 

Todos responden: 
℟. Amén.

Luego el diácono, o el mismo sacerdote, con las manos juntas, vuelto hacia el pueblo, dice:
Pueden ir en paz.
℟. Demos gracias a Dios.

Después el sacerdote venera el altar con un beso, como al comienzo. Seguidamente, hecha una inclinación profunda con los ministros, se retira.

CANTO DE SALIDA 
(Anunciaremos tú Reino)

ANUCIAREMOS TU REINO, SEÑOR,
TU REINO, SEÑOR, TU REINO.

REINO DE PAZ Y JUSTICIA
REINO DE VIDA Y VERDAD
TU REINO, SEÑOR, TU REINO. R/.

REINO DE AMOR Y DE GRACIA
REINO QUE HABITA EN NOSOTROS
TU REINO, SEÑOR, TU REINO. R/.

REINO QUE SUFRE VIOLENCIA
REINO QUE NO ES DE ESTE MUNDO
TU REINO, SEÑOR, TU REINO. R/.

REINO QUE YA HA COMENZADO
REINO QUE NO TENDRÁ FIN
TU REINO, SEÑOR, TU REINO. R/.




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